El buen samaritano

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  • Editorial La Hendija Ayacucho 649 - Paraná - Entre Ríos - Argentina - Atención de Lun. a Vier. de 9:00 a 12:00 - 16:00 a 20:00
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(2009)  El asesinato del sacristán Andrés es el centro del relato. El hecho puede tentarnos a clasificar la obra dentro del género policial; pero las intenciones de Fabián son otras, al adentrarse en problemas de nuestro tiempo a través de diseños psíquicos que marcan individualidades por lo general complejas. Quizá las menos problematizadas, es decir las más comunes, sean las de Asencio, el cura Lorenzo y la madre de Andrés. Las demás -Andrés, el padre Lamónica, Clara, Almirón- giran en un universo que conocemos por las vivencias cotidianas: indiferencia, sensualidad, infidelidades, distorsiones, fracasos, en fin, trastornos de este mundo moderno. En un segundo plano del relato, la víctima de una golpiza callejera sugiere, además del título, la contracara solidaria en una sociedad egoísta. Reato no se propone corregir nada. No es su función. Simplemente lo plantea, por momentos con crudeza. Y lo hace mediante una inteligente estructura narrativa, porque los personajes aparecen distantes, en situaciones diferentes, pero se van acercando a medida que avanza el relato hasta llegar a un final sorprendente. Además de honrarme, mucho me place responder a la invitación de Fabián Reato de prologarle este, su segundo libro. Nos conocimos trabajando juntos en la misma redacción durante algunos años. Y fue en esa relación cotidiana y en la tarea compartida de buscar información o investigar y escribir noticias, notas o comentarios, que advertí las condiciones profesionales y éticas de este joven escritor a quien auguro el futuro promisorio que sus dos primeros libros están insinuando. El estilo de Fabián es eminentemente periodístico. Redacta con amenidad, sin subterfugios ni complicaciones, de manera directa y clara. De ahí su facilidad de manejar descripciones y diálogos. Esto se aprende en las redacciones mediante  la práctica diaria de pensar y teclear en tiempo perentorio y se lo fortalece con la lectura. Quienes ejercemos el oficio del periodismo saludamos la incorpora

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