Mientras el mundo se achica

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  • Editorial La Hendija Ayacucho 649 - Paraná - Entre Ríos - Argentina - Atención de Lun. a Vier. de 9:00 a 12:00 - 16:00 a 20:00
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(2014)

Jorge González a los dieciséis años, dejó El Colorado, su ciudad natal, para dedicarse al basquetbol. A raíz de su meritoria actuación en la selección juvenil argentina, fue convocado por la NBA. En Estados Unidos, conoció a Ted Turner, quien le propuso integrar su troupe de lucha libre. Viajó por el mundo y se hizo famoso. Trece años después de su partida, regresó a El Colorado muy enfermo y con pocas esperanzas de vida.
En el año 2001, Orlando Van Bredam le hizo una entrevista de seis horas de duración, en la que el gigante habló de su infancia, su madre, sus viajes, su vida deportiva, las mujeres que conoció, sus miedos, sus obsesiones y también, las enfermedades y la muerte. Mientras el mundo se achica se aleja de la lengua neutra del periodismo para apelar a la poesía, la intertextualidad y los recursos propios de la literatura para construir una historia singular sobre un hombre que se sobrepuso a sus limitaciones y posibilidades y cuya intimidad es casi desconocida.Orlando Van Bredam es de Villa San Marcial. Allí creció y también vivió en Basavilbaso y en Concepción del Uruguay. Pero la mayor parte de su obra la fue construyendo lejos de acá. En otro hogar. Ganó varios premios, entre ellos el Fray Mocho en poesía (Los cielos diferentes, 1982) y el Emecé con la novela Teoría del desamparo (2007). Justamente después de recibir la distinción nacional, en el pueblo, allá en Formosa, lo llevaron en caravana, arriba de un autobomba. Van Bredam es un poeta con oficio de novelista. O un novelista con vicios de poeta. “La poesía es una mujer muy exigente y poco agradecida, no te da nada”, dijo en alguna oportunidad. Despechado pero sin rencor, escribe novelas sin olvidar jamás a esa mujer que en realidad lleva encima. Y escribe historias que se leen de un tirón porque no le dan opción al lector. Es ahora y con pasión. Van Bredam tiene una dinámica intensa, humor, poesía y una voz que se renueva. Su narrativa no envejece. Y su literatura es perenne porque está hecha a su modo de ver y oír: con plena curiosidad y afán poético.

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